Deocelina - Inzunza Angulo's Obituary
De vez en cuando escuchamos historias de personas que tienen impacto en los demás a lo largo de la vida. Pensamos, superhéroes o personas ficticias porque son difíciles de encontrar en la vida cotidiana real. Deocelina Inzunza Angulo fue una de esas personas de las que impactan la vida a conocerlas. Sus 53 años de vida cambio de dirección varias veces, pero la convirtió en una mujer fuerte, independiente y resistente como todos la conocían. Ella crió a tres hijos, Jarely, Arturo y Elizabeth, quienes la sobreviven con empuje, perseverancia y amor, y quienes continuarán con la moral y los ideales que ella les enseñó. Tuvo la bendición de haber conocido a su esposo, Humberto, hace 23 años, a quien amaba y, sin duda, el ama como merecía y que le agradece todo lo que le enseñó y lo guió en la vida. Fue linda suegra y “Grandma” cariñosa y amorosa hacia sus cinco nietos con quienes pasaba tiempo a diario y quienes ahora la tendrán tanto en imágenes como en recuerdos. Desde su ciudad natal de Mocorito, Sinaloa, donde nació el 28 de Diciembre de 1965 y fue la más chica de ocho hermanos y hermanas, Deocelina le encantaba bailar y pasar tiempo con su familia. Llego a residir en San Bernardino, California hace 28 años e hizo amistades eternas con muchas personas con las que se encontró. Su capacidad para consolar a los demás y hacer que se abrieran a ella será apreciada para siempre a medida de sus amigos y familiares quien comparten sus historias sobre ella. Lo estaba, pero a una llamada telefónica de distancia para charlas, risas y sus viajes favoritos a Sundowners y Olive Garden. Le encantaba la música que abarcaba desde Juan Gabriel hasta Jenni Rivera y la música de Banda que le recordaba a su Sinaloa y sus tiempos de chica. Deocelina también se propuso abrir siempre su hogar a todos de una manera acogedora que seguramente se extrañará y se agradara por siempre. A pesar de sus dificultades y las enfermedades con las que luchó, como la insuficiencia renal crónica, Deocelina siempre tenía una sonrisa en la cara y la risa de su voz vivirá en el corazón de todos cuando uno piense en ella y en los recuerdos que dejó el 4 de Septiembre de 2019. Tocó muchas vidas y tomó con ella muchos corazones cuando Dios la llamo a casa. Aunque ya no está físicamente con familiares y amigos, su carácter, su cuidado, su persona y su amor residirán para siempre en nuestras almas. Después de todo, no es un adiós, pero hasta que nos volvamos a encontrar hermosa ángel mía. Que en paz descanses. Siempre se te extrañará, se te pensará y se te amará. Por siempre en nuestros corazones.
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