Francisco Chavez Huerta's Obituary
Francisco Chavez peleó duro para llegar hasta el día de su partida final. Los que saben su historia saben que los últimos 31 años fueron un regalo de Dios. Su primer incidente con la muerte fue durante su primer ataque de corazón a los 22 años de edad. Cuando Dios ya se lo había llevado y de repente cambió su plan para él y decidió brindarle una segunda oportunidad de vida. Desde ese entonces él juró no despreciar su segunda oportunidad. En esos 31 años de su segunda vida él llegó a ver el nacimiento de sus 4 hijos, ver la partida de su bebe Lupita, ver a sus otros 3 hijos convertirse en adultos, ver crecer a su nieta, y compartir muchas lindas memorias con su esposa de 35 años.
Francisco Chavez hijo de Doña Aurora Huerta, nacido en Autlan, Jalisco el 18 de junio de 1969. Es sobrevivido por su esposa, 3 hijos, nieta, madre, 3 hermanos, y 3 hermanas. El es el sexto hijo de Doña Aurora. El se vino a vivir a California a los 19 años de edad y ejerció su arte por la fotografía igual a una temprana edad. Ser fotógrafo siempre fue una profesión que le trajo mucha felicidad, fue una profesión con la que él pudo mantener a su familia por 31 años. Él tuvo la dicha de haber retratado a mucha gente y seres queridos. Su pasión por la fotografía fue algo que él le heredó a su hija.
Francisco era una persona con un corazón muy especial y aunque su corazón era débil y frágil de estado, de todos modos tenía las fuerza para amar fuerte y amar con mucha pasión. Su corazón fue la causa de su enfermedad, pero también fue la razón por la que él pudo amar más fuerte que mucha otra gente. Él era generoso y siempre brindaba su ayuda y favores a los que lo necesitaran. Siempre pensaba en las necesidades de otros, mientras él también a veces estaba en necesidad. Su major felicidad era cocinarle a su familia y amigos y estar en buena compañía. La cocina y el jardín eran sus lugares favoritos. Estar entre la naturaleza era algo que le traía mucha paz. Hacer actividades aventureras siempre fue su sueño. El soñaba con escalar montañas, ir en caminatas sobre el cerro, montar caballos, y viajar por el mundo. Pero lastimosamente su condición física no le brindaba la oportunidad de hacer mucho de lo que él deseaba ser.
Encima de todos sus impedimentos el logro crear muchas memorias felices, especialmente al lado de su esposa Mary Chávez, su mejor amiga y compañera. Los dos se conocieron a una tierna edad de 11 y 14 años y desde ese entonces han sido inseparables compañeros. Juntos pasaron muchos años de felicidad e igual de momentos muy difíciles y enfermedades. Después de varias operaciones y decaidas frecuentes, sus últimos dos días concientes fueron disfrutados junto con su esposa y la luz de su vida su nieta Robyn “Solecito”. Y fue despedido con mucha paz al lado de sus hijos y sus seres queridos más cercanos en el hospital en Redlands, CA.
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